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• La red de “Pueblos Mágicos de España” reúne municipios que destacan por su encanto especial, tradiciones milenarias, productos locales de calidad y vibrantes fiestas populares.

Un plan perfecto para este verano es explorar un pueblo mágico y sumergirse en sus encantadores rincones. Los Pueblos Mágicos son localidades reconocidas por sus atributos simbólicos, historia, belleza, gastronomía, y encanto que se manifiestan en sus tradiciones socioculturales.

Estos lugares destacan por mantener su arquitectura, tradiciones y costumbres, haciéndolos únicos y auténticos. Además, al estar generalmente alejados de las zonas turísticas más concurridas, los Pueblos Mágicos permiten disfrutar de unos días de tranquilidad, rodeado de la calidad y hospitalidad de sus habitantes.

Este distintivo, otorgado en varios países, busca fomentar el turismo y preservar el patrimonio cultural e histórico, ofreciendo a los visitantes una experiencia enriquecedora y auténtica. En España, la iniciativa “Pueblos Mágicos de España” es la encargada de definir y promover estos municipios. Esta red nació con el objetivo de ayudar a los municipios a poner en valor sus recursos locales, impulsando el desarrollo del turismo local. Actualmente, la red está formada por 119 pueblos distribuidos por diversas comunidades autónomas.

En Galicia, la red incluye siete municipios que destacan por su encanto y atractivo cultural. Estos pueblos mágicos son:

• A Pobra de Trives: Un pueblo pintoresco rodeado de montañas y naturaleza, ideal para los amantes del senderismo y la historia.

• Cambados: Conocido por sus bodegas y fiestas del vino Albariño, es un destino perfecto para los aficionados al enoturismo.

• Combarro: Famoso por sus hórreos a la orilla del mar y su casco histórico, ofrece una estampa única y pintoresca.

• Larouco: Destacado por sus paisajes rurales y tradiciones, es un lugar ideal para desconectar y disfrutar de la tranquilidad.

• O Vicedo: Con sus impresionantes playas y paisajes costeros, es un destino perfecto para quienes buscan mar y naturaleza.

• Portomarín: Es un lugar lleno de encanto que combina historia, belleza natural y hospitalidad, conocido por su iglesia-fortaleza de San Nicolás y su traslado piedra a piedra.

• Ribadavia: Celebrado por su pasado judío y su vino Ribeiro, es un destino cultural y gastronómico imprescindible.