La Xunta de Galicia, a través de la Consellería de Economía, Empleo e Industria, ha firmado un convenio con el Clúster del Agua Mineral y Termal por importe de 60.000 euros que permitirá la puesta en marcha de una serie de acciones para impulsar la internacionalización de este sector. El acuerdo, firmado entre el titular de la Consellería, Francisco Conde, y el presidente del Clúster, Antonio Garaloces, incluye la puesta en marcha de dos acciones en las que la innovación jugará un papel estratégico.
Así, el Clúster, con la colaboración de la Xunta, creará e implantará la marca Auga de Galicia, un sello que identificará la calidad del producto contribuyendo a su diferenciación y que podrá ser empleado por todas las entidades de envasado de agua mineral -11 empresas en total- y por los 21 balnearios gallegos existentes .
La segunda iniciativa que se pondrán en marcha entre ambas instituciones será el desarrollo de la aplicación para teléfono móvil, Terras da Auga, a través del sistema operativo Android que será de acceso gratuito para todo el público y en la que se podrá consultar la localización de los manantiales de agua mineral y de los balnearios, así como de los perímetros de protección de los acuíferos existentes en Galicia, tal y como ya se venía produciendo a través del sistema IOS, que también se actualizará.
El objetivo de estas acciones es apostar por el posicionamiento de las empresas del sector en los principales mercados, impulsando la imagen de calidad, sostenibilidad e innovación del sector a nivel internacional. En este sentido, Conde señaló que “es una colaboración para que el sector siga siendo un referente de nuestro patrimonio, sega creando empleo y creciendo hacia internacionalización” al tiempo que destacaba la importancia estratégica del sector termal gallego por su valor cultural y patrimonial y por su contribución al desarrollo turístico y económico de Galicia.
Por su parte el presidente del Clúster Termal destacó la importancia de contar con la colaboración de la Consellería de Industria para garantizar la protección de los espacios por los discurren las aguas termales y evitar su contaminación.