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El descubrimiento de nuevos destinos, la calidad de los alojamientos y el precio completan la lista de prioridades según la última encuesta de ObservaTUR.

El estudio muestra diferencias en función de la edad y el sexo de los viajeros.

¿Cuáles son los factores que más intervienen en el turista a la hora de planificar un viaje? A esta pregunta trata de dar respuesta la encuesta realizada por el Observatorio Nacional del Turismo Emisor, ObservaTUR. Y los resultados muestran que la gran mayoría (7 de cada diez) citan la relajación y la desconexión del trabajo y la rutina, siendo este el principal factor para el 30 % de ellos. Le siguen en importancia la búsqueda de nuevos destinos (para un 20 %), la calidad de los alojamientos (para el 13 %) y, ya en cuarta posición, el precio del viaje, que se sitúa también por delante de cuestiones como la no masificación o la proximidad.

El estudio elaborado por este observatorio integrado por Amadeus, AON, Beroni, Carrefour Viajes, IAG7/Airmet, Iberia, ILUNION Hotels, MundiPlan, ReiniziaT y la Unión Nacional de Agencias de Viaje (UNAV), muestra también que aunque el aspecto de la desconexión y el descanso encabeza las preferencias de los consultados sin distinción ni de edades ni de sexo, sí hay diferencias significativas en cuanto a la importancia que le conceden y también en cómo se sitúan en el ránking las otros criterios más citados.

Así, el relax es primordial para el 33 % de los hombres, mientras que en el caso de las mujeres ese porcentaje baja 6 puntos. Sí hay mayor consenso en cuanto a la importancia que dan a la novedad del destino (el 18 % para ellos y el 17 % para ellas), pero las mujeres elevan la cuestión del precio al tercer escalón de sus preferencias (16 %) por delante de la calidad del alojamiento (14 %), mientras que los hombres valoran más este último aspecto (13 %) que el apartado económico (10 %).

Por edades, el precio es el tercer factor más citado por los jóvenes de entre 18 y 24 años (18 %), pero su importancia se reduce a medida que aumenta la edad del viajero: un 15 % para los de 35 a 49 años, un 8 % para los de 50 a 64, y un 7 %, para los de 65 a 74 años. Por contra, la calidad del alojamiento traza la curva inversa: es la preferencia principal para el 10 % de los jóvenes de 18 a 34 años, crece al 13 % para los dos siguientes segmentos de edad (35 a 49 y 50 a 64 años) y se dispara hasta el 24 % para los mayores de 65 años.