Mar de Ardora, la manifestación de bioluminiscencia marina, que transforma el agua en un juego de luces azuladas y verdosas al anochecer, alcanza su máximo esplendor entre julio y septiembre, y se convierte en uno de los atractivos naturales más buscados por turistas en nuestra comunidad.
Debido a los bajos nieles de contaminación lumínica y a la calidad de sus aguas, la Costa da Morte se coloca como uno de los enclaves más privilegiados a nivel nacional para presenciar este fenómeno.
No se puede predecir con exactitud cuándo se producirá el Mar de Ardora, porque depende de diversos factores medioambientales.
Pero, según los expertos, las noches de verano sin luna o con luna nueva ofrecen las mejores condiciones para poder observarlo.
Los meses de julio, agosto y septiembre se presentan como los meses idóneos, siendo las playas de Carnota, Estorde y Gures (Cee), Rebordelo (Cabana de Bergantiños), Ézaro (Dumbría), Os Riás (Malpica) y A Ermida (Ponteceso) los enclaves más privilegiados.
Los expertos en turismo sostenible y conservación marina recomiendan acudir sin grandes expectativas y con paciencia, ya que se trata de un evento natural impredecible.