La red de albergues privados asociada a Agalber pone de manifiesto su peso específico como parte del sector turístico gallego para reivindicar mayores apoyos y un plan específico para este tipo de establecimientos turísticos, profundamente afectados por la crisis del coronavirus, al depender en su práctica totalidad del Camino de Santiago y de la movilidad nacional y especialmente extranjera. “Los albergues privados son los establecimientos con más dificultades del sector turístico para salir de esta crisis, y para conseguirlo pedimos que se tomen medidas efectivas y con dotación económica lo antes posible”, explican desde esta asociación.
El colectivo, que da trabajo directamente a más de 1200 personas, gran parte de ellas en zonas rurales. ofrece más de 13000 plazas, el 75% de las disponibles en todos los caminos, y en 2019 facturó más de 22 millones de euros, generando miles de empleos indirectos en empresas de servicios y proveedores en toda Galicia.
Ante la situación provocada por la crisis de la COVID 19 y la paralización en la afluencia de los peregrinos, que representan más del 90% de sus clientes – 65% de ellos son extranjeros- la situación de los albergues se ha convertido en muy complicada, al tratarse de establecimientos pensados para compartir todos sus espacios. “Esta característica que nos define en esta crisis es también el gran problema de nuestros establecimientos. Entendemos que las medidas de distanciamiento social son imprescindibles para evitar el colapso de la sanidad y salvar muchas vidas, y por supuesto los albergues que vayan a abrir están dispuestos a tomar todas las medidas de prevención y desinfección que sean necesarias, para garantizar la seguridad de nuestros trabajadores y de los peregrinos y turistas que alojemos”, explican en un comunicado, “pero esta adaptación tendrá unos costos que muy pocos podrán asumir. Con un precio por cama muy reducido, unos aforos máximos inferiores al 50%, y unas previsiones de llegada de peregrinos muy bajas, la viabilidad económica de los albergues para los próximos meses será mucho más difícil que de cualquiera
otro establecimiento de alojamiento”.
El comunicado de Agalber incide también en que muchos de los propietarios y hospitaleros de estos albergues son colectivos de riesgo frente a la pandemia por lo que no abrirán en los próximos meses y se podría dar el caso de que se llegaran a perder muchas camas de cara al Xacobeo 2021. Por todo ello desde Agalber demandan a la Xunta: