O Areoso sólo podrá recibir 150 visitantes por día

  • El acceso se dividirá por tres turnos de visitas al día.
  • Las empresas de turismo activo deberán adaptar su actividad a la nueva normativa, que entrará en vigor a comienzos del mes de julio.

 

La Xunta de Galicia regulará los usos públicos y actividades permitidas en el archipiélago de Os Guidoiros, del que forma parte O Areoso, la isla Guidoiro Pedregoso y la isla de A Rúa. En los últimos años el islote, rebautizado como ‘el Caribe gallego’, registró una afluencia de visitantes creciente. Con este motivo, la Administración puso en marcha un proyecto para regular el acceso y las actividades de esta zona. En total recibieron 375 alegatos y aportaciones, de las cuales incorporaron alrededor de un 90%.

 

La conselleira de Medio Ambiente, Territorio y Vivienda, Ánxeles Vázquez, anunció que está previsto que la orden entre en vigor a comienzos del mes de julio, con el objetivo de garantizar el equilibrio entre la protección de los valores y recursos y el aprovechamiento público del espacio natural.

 

La orden establece restricciones en las visitas durante la temporada alta, limitándolas a 150 visitantes diarios permitidos, a través de tres turnos de visitas: del amanecer a las 13:00 horas; de las 13:00 horas hasta las 17:00 horas, y de las 17:00 horas hasta el atardecer. Por otra parte, sí se permite la pesca recreativa, excepto en una distancia de 200 metros alrededor de O Areoso. El fondeo estará permitido, pero de manera restringida.

 

Las empresas de turismo activo deberán adaptar su actividad a la noticia normativa. Salvo cambios de última hora, de las 150 personas que visitarán O Areoso, 24 plazas serán para la reserva de visitas en kayaks. Una de las entidades que ofrece esta visita es Piragüilla, perteneciente al club de producto Galicia Destino Sostenible.

 

El acceso al espacio se hará a través de un sistema similar al del acceso al Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas, o a la playa de las Catedrales, que irá acompañado de la realización de controles aleatorios. No cumplir con la orden supondrá unas sanciones que van desde la leve (de 100 a 3.000 euros) hasta la grave, cuando afectan al patrimonio natural (de los 3.000 a los 200.000 euros).