En julio los porcentajes se situaron entre el 70 y el 80 %, rozando la plena ocupación en los puentes del 25 de julio y el 15 de agosto en algunas zonas.
El balance de verano fue muy positivo también en términos de facturación, con cifras históricas que permiten recuperar y, incluso superar, niveles de 2019.
En este verano primaron las reservas de última hora y una reducción de las estancias medias pero con un gran nivel de rotación, que permitió alcanzar buenos niveles de ocupación y facturación.
El mes de agosto alcanzó el mayor nivel de ocupación de los establecimientos turísticos gallegos con unos porcentajes medios del 90 % y superiores. En junio estos porcentajes se situaron entre un 70 % y un 80 %, cumpliendo las expectativas previstas al principio de la época estival. Son datos del estudio elaborado por el Clúster Turismo de Galicia a partir de una consulta entre sus asociados.