Algo más de un centenar de profesionales del turismo se dieron cita en la jornada “Retos del empresariado turístico de Galicia”, celebrada en Santiago de Compostela a iniciativa del Clúster Turismo de Galicia, ESADE y Caixabank. El acto, que ha contado con la presencia de la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, ha servido también para la presentación por parte de ESADECREAPOLIS del “Informe de innovación turística en Galicia”, un estudio en el que se recogen 151 opiniones del sector, que ha servido para profundizar en la percepción que los profesionales gallegos tienen de la situación actual del sector y los retos de futuro que afrontan en lo que se refiere a modelo de negocio, rentabilidad, costes y evolución en los hábitos de los viajeros.
Precisamente en este sentido se ha manifestado el presidente del Clúster Turismo de Galicia, que ha destacado la fuerte apuesta del sector del turismo en Galicia por una oferta turística sostenible y de calidad, que se han visto respaldada por un aumento del gasto turístico en los últimos años. Una consolidación del crecimiento del sector que también ha destacado la directora de Turismo de Galicia, Nava Castro, quien ha resaltado la apuesta por la excelencia en la que está inmersa la Xunta de Galicia.
Y es que, según destaca el informe presentado esta mañana, el sector hotelero de Galicia apuesta por el desarrollo de un turismo sostenible y por una oferta turística de mayor calidad. en una etapa de consolidación de los buenos registros alcanzados, entre los que destaca el incremento del gasto diario por turista, que sube por encima de los datos nacionales. Josep F. Valls, catedrático del Departamento de Marketing de ESADE y director del informe, ha destacado que, pese a que la mejora del producto, del servicio y de la imagen son las prioridades de los hoteleros gallegos, el sector se siente ampliamente satisfecho por cumplir las expectactivas de los turistas.
Alguno de los puntos también destacados del estudio es que existe una preocupación generalizada en el sector por la evolución de los hábitos de los consumidores, por el abaratamiento de los precios y por los costes medioambientales a los que deben hacer frente. Considerando además que aspectos como la estacionalidad y la falta de planificación empresarial inciden también de manera negativa. No obstante, el estudio refleja que sólo el 17% del sector ve necesario un cambio de modelo de negocio, pero que cerca de la mitad de éstos ya tiene clara la visión y la hoja de ruta.
Por su parte, Javier Ibánez de Aldecoa, economista de CaixaBank Research, ha destacado en su ponencia “Entorno turístico de Galicia”, que “la industria turística está entrando en una etapa de consolidación de sus buenos registros. En 2019, el número de pernoctaciones aumentó un 6,2% y el gasto turístico creció por encima de la media nacional. Ello en un entorno más adverso que en años anteriores, con una economía global que crecerá a un ritmo más moderado”.
Según el informe de CaixaBank Research, la industria turística está apostando e invirtiendo en una oferta turística de mayor calidad. Con ello, el gasto realizado por los turistas está aumentando a un ritmo sólido gracias a las ganancias de productividad en el sector.
Adaptación a un nuevo modelo de cliente
La jornada ha concluido con una mesa redonda para analizar las oportunidades turísticas en Galicia. En ella han intervenido diferentes agentes del sector hotelero, como los gerentes Jesús Picallo, del hotel Semáforo de Fisterra, Cesar Sánchez, del Hotel Bahía de Vigo y Richard Huertas, del Hotel Ibis A Coruña. Diego Hernández, Director Hotels & Tourism de CaixaBank, ha actuado como moderador.
Un espacio en el que se han abordado diferentes temas como la industria turística a nivel mundial, así como el sector turístico gallego. También ha habido espacio para uno de los puntos que más preocupa al sector: el cambio y la transformación de los hábitos del viajero, que ha sido el motor de este cambio. Todos han coincido en que el cliente de ahora, no tiene nada que ver con el cliente de hace 20 años. Y es que el actual está más informado, más conectado, mucho más exigente e impaciente. Y sobre todo, mucho más tecnológico. Por ahí pasa el resto del sector turístico, la adaptación a este nuevo perfil de cliente y en definitiva, a esa nueva demanda.