Galicia alcanzó en enero la segunda cifra más alta de viajeros y pernoctaciones para ese mes de la serie histórica.

Las cifras de los hoteles en el primer mes de este año aumentaron un 40 % con respecto al 2022.

El sector turístico gallego ha comenzado el año confirmando la tendencia al alza del 2022 y registrando unos buenos datos de viajeros y pernoctaciones que le permiten rozar en ambos casos el récord de la serie histórica, marcado en enero del año 2020, en vísperas del inicio de la pandemia de la covid, según los datos hechos públicos por el Área de Estudios e Investigación de Turismo de Galicia.

Los 192.730 viajeros totales registrados en enero de este año suponen un aumento del 34,6 % con respecto al año pasado y se quedan a un solo punto de la cifra histórica de enero del 2020. Igual sucede con las pernoctaciones, puesto que las 360.000 de este comienzo del 2023 suponen un incremento del 32 % en relación al 2022 y se quedan a solo 1.000 pernoctaciones del récord alcanzado en el primer mes del 2020.

Por sectores, el final del doble Año Santo Xacobeo 21-22 y la consiguiente disminución de la afluencia de peregrinos se ha dejado notar en el ámbito de los albergues, que han visto reducidos en el primer mes de este 2023 el número de visitantes en un 33 % en relación al 2022 y el de pernoctaciones en un 36,8 %. Pero estas cifras fueron ampliamente compensadas por los hoteles y pensiones. En el caso de los establecimientos hoteleros, la variación con respecto a enero del año pasado ha sido de un 40 % más de viajeros, sumando un total de 157.527, y el alza de las pernoctaciones, del 37,2 %, hasta llegar a las 270.029. En el caso de las pensiones, el aumento de los viajeros en enero de este año con respecto al mismo mes del 2022 fue del 31,6 %, alcanzando un total de 21.533, y el de pernoctaciones, del 22,9 % sumando una cifra total de 53.410.

Por su parte, los campings y los establecimientos de turismo rural experimentaron incrementos más modestos, mientras que los apartamentos turísticos sufrieron un ligero descenso del número de viajeros (un 2,9 % menos), aunque aumentó el número de pernoctaciones (un 20,6 % más).

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